Madera de deriva, de Ángel Olgoso, reseñado por Custodio Tejada en Todoliteratura
El universo de Ángel Olgoso vive un punto de inflexión fundacional, y la crítica lo celebra. La extensa y lúcida reseña de Custodio Tejada en Todoliteratura.es subraya la relevancia de Madera de deriva (Libros del Innombrable, 2025), señalando a este volumen como el inicio de una nueva etapa marcada por la hibridación radical y el coraje estético.
El consenso crítico, apuntalado por figuras como Óscar Esquivias y Eloy Tizón, valida la naturaleza subversiva del libro. Tejada recoge el espíritu de Esquivias, quien define la obra como «variopinto, raro, sabio, misterioso, lleno de fervor por la literatura» y aconseja leer cada pieza «como si fuera un cuento o un poema». Por su parte, Eloy Tizón destaca el «volantazo inesperado» de la prosa de Olgoso, que se interna en «territorios de hibridación y humor melancólico», configurando un «modelo de cuento desabrochado y libre».
Lejos de ser un mero compendio de textos misceláneos, Madera de deriva es un artefacto lingüístico que disuelve las fronteras genéricas. El libro es la destilación purísima de la literatura, un collage que transita sin complejos entre el microrrelato, la teoría literaria, el libro de viaje, la crítica social y la poesía en prosa, según recogen las voces de Jaime Lechuga, Francisco Morales Lomas y Jesús Ortega.
La obra se concibe como un viaje físico y emocional donde el autor, en su rol de náufrago a la deriva del lenguaje, da fe de sus emociones y pensamientos. Olgoso se convierte en un cicerone para el lector, utilizando su ingenio y destreza para expandir los límites del conocimiento, mezclando el mito y el logos con una narrativa detectivesca al estilo de Borges o Bolaño. El escritor granadino cultiva una complicidad con el "lector amigo", al que lleva y trae por sus andanzas con un juego erudito, satírico e irónico, logrando que el lector se sienta inteligente al participar en la orgía perpetua del lenguaje.
Custodio Tejada concluye que, mientras Estigia (la recopilación de relatos del autor) representa el reposo y la ordenación de su inmenso legado, Madera de deriva es la nueva aventura: la vida escrita y la biografía convertida en vestigio, un intento de "preservar el pasado con las bolitas de alcanfor que resultan ser las palabras". La seducción de Olgoso reside en su capacidad para llenar sus textos de pinceladas metaliterarias, satíricas, costumbristas, poéticas y humorísticas, demostrando que su literatura merece «una tarde de mesa camilla y brasero».