Ángel Olgoso entrevistado en Quimera

La revista Quimera (número 503, noviembre) publica una extensa entrevista que traza un mapa esencial del universo de Ángel Olgoso, en un diálogo conducido por Miguel Arnas Coronado. La conversación, titulada "CAMBIO DE AMURA", no solo celebra la hazaña de una vida dedicada al relato, sino que ilumina la audacia de su reciente golpe de timón estético.
Tras una fértil trayectoria de más de cuatro décadas y una producción cuentística que asciende a cerca de setecientos relatos —gesta que le ha valido comparaciones con Maupassant y Pardo Bazán—, Olgoso se consagra como un autor que trasciende los límites del género breve y fantástico.
No obstante, el foco de la entrevista reside en el giro radical hacia la narrativa híbrida y sin ficción, una nueva etapa que se inaugura con nuestra publicación, Madera de deriva (Libros del Innombrable, 2025).
El autor confiesa que, aunque sigue siendo defensor de la imaginación como recurso primordial, deseaba "zafarse de las bridas y convenciones de la narración tradicional".
La nueva prosa es definida como «prosas apátridas», en el sentido que les dio Ribeyro: textos alérgicos a la trama.
El viraje se debe a la certeza de que "la meditación es un país incomparablemente más vasto que el de la ficción".
El diálogo con Arnas profundiza en la poética que ha definido su obra, caracterizada por un «singular minimalismo barroco» y una prosa muy cercana a la poesía. Olgoso reitera su amor por la palabra, considerándola una «clave de acceso a otro mundo» y defendiendo la belleza formal como «una condición esencial de la literatura».
Esta búsqueda de lo insólito y lo excepcional es el motor de su creación:
El escritor se ve como un visionario y un domesticador de relámpagos.
El arte, en lugar de ser un espejo, debe "transportar al lector... a un mundo en el que no ha estado".
Su vínculo con lo excepcional lo sitúa, como Sátrapa del Institutum Pataphysicum Granatensis, en el corazón espiral de la Patafísica.
La entrevista en Quimera es un testimonio lúcido de un escritor que, instalado en la maestría, tiene el coraje de dar un «volantazo inesperado» a su prosa con la libertad de quien ya no necesita demostrar nada.
Adquiera el número de Quimera y descubra el mapa conceptual que sustenta la audacia de Madera de deriva.

