La vida caprichosa

Autores: Antonio Fernández Molina.

La vida caprichosa

Fecha de publicación: 01/03/2003

Nº Edición:

ISBN: 84-95399-44-X

13,00

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Descripción

–Antología de cuentos y relatos–

Prólogo de J. N. Dargelos

La editorial Libros del Innombrable ha querido dedicar un homenaje a este autor imprescindible recogiendo por primera vez una selección de sus relatos. Bajo el título de La vida caprichosa el lector encontrará la magia, la esencia y el clima de este autor, reconocido representante del absurdo y el «realismo mágico.  La forma como el destino de la mano de mi interés por su excelente traducción del poema de Jean Cocteau, El ángel de Heurtebise, me llevó a conocer a Antonio Fernández Molina, lo conté en mi prólogo a su libro de relatos Perro mundo donde entre otras manifestaciones también expongo que: «con su estilo lapidario de aparente inocencia A.F. Molina ofrece un caleidoscópico abanico de situaciones y testimonios que surgen en el discurrir de su pensamiento y le ofrece excelentes trampolines desde donde lanzarse entre los vericuetos de la imaginación». Con idéntica vocación y entusiasmo desde el principio y siempre, a lo largo de su vida literaria, el escribir poemas y relatos breves fueron actividades paralelas y comenzó a publicarlos en las mismas tempranas fechas. A menudo sus poemas también semejan ser pequeños relatos, en estos predominan la atmósfera poética y a veces se les considera como poemas. Así como le apasionan los productos literarios donde se hace evidente la relación entre el dibujo y la poesía, tal le sucede con cuanta relación hay de vasos comunicantes entre el relato, en especial, el relato breve y el poema. En 1979 se editó su libro La flauta de hueso, conjunto de poemas y dibujos inéditos o no publicados en libro, realizados entre 1954 y la primera mitad de 1964, momentos antes de trasladarse a Palma de Mallorca para incorporarse como secretario de redacción de la revista dirigida por Camilo José Cela Papeles de son Armadans. A la cabeza de este libro, a modo de cita o de inicial pórtico se publica el siguiente relato suyo: «Cada día trabajaba en mis libros. Pero durante el sueño alguien robaba mis cuartillas. Yo las buscaba inútilmente durante horas y horas. Por fin decidí comerlos a medida que las iba escribiendo». Al tiempo de publicar poemas aparecieron muchos relatos suyos en revistas y periódicos españoles y extranjeros, especialmente en América. Sus primeros libros de poesía aparecieron hace medio siglo en 1953. En 1965 editó la novela Solo de trompeta. Su primer libro de relatos La tienda ausente, recopilación de relatos breves, se publicó en 1967. A partir de entonces se han editado más de una docena de libros suyos de relatos breves y algunos cientos andan por ahí dispersos en publicaciones varias. También ha sido razonable su presencia en antologías del género y en libros colectivos, en español y otros idiomas. De especial fortuna han gozado en México donde además de publicar con frecuencia sus relatos en El cuento, esta revista especializada reprodujo en su totalidad Los cuatro dedos. En El libro de la imaginación, selección antológica de relatos breves de todos los tiempos es el único español vivo incluido con su relato «El túnel del tiempo». En la antología La mano de la hormiga se le destaca como autor vivo más importante del género, entre sus cultivadores universales, por su calidad y el número de relatos publicados. Como es frecuente en estas ocasiones algunos comentaristas del libro ocultaron tal circunstancia. Los relatos representados en La mano de la hormiga son los siguientes: «El elefante», «Un gran alivio», «Dormido», «Caí en la cuenta», «En la cabina», «Cada día trabajaba…», «Costumbres», «Aquella ciudad tan limpia…», «Al colocarme el sombrero…», «Sus facultades», «Abandona». Bien cargado de experiencias y tiempo A.F.M. le dedica al mundo miradas y reflexiones de un Sancho quijotesco. En los avatares de su tarea le asedian a veces nefastos encantadores, pero también goza de la ínsula donde le atienden amigos y admiradores desinteresados. La paz sea con todos.

J.N. Dargelos

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